domingo, 21 de diciembre de 2008

Cuanto Hijo de la Gran Puta

Permítanme los excesos. Sé que hace dos meses que no paso por aquí. Que no actualizo mi puñetero blog pese a que tengo mil cosas que contar. Que ni siquiera he hablado de Expocomic ni de lo bien que ha salido el trabajo, las historias y anécdotas o lo mucho que nos cuesta superar las desgracias familiares, que se nos acumulan como gente en la cola del paro. Pero hoy vengo con un cabreo de tres pares de cojones y ganas de seguir dándome de ostias con el mundo. Porque no es justo joder. No es justo.
Los que me conocen medianamente saben que los domingos por la mañana juego en un equipillo de fútbol sala que sirve para descargar tensiones, echar unas risas, tomarse unas cañas después y poco más. Llevamos ya varios años en una liga local de meirda y la verdad es que hasta nos sentimos cómodos. Pero hoy no. Hoy tocaba día de tocapelotas, subnormales y soplagaitas de tercera con ganas de hacer el mono. Hoy he tenido que llevar a mi hermano a Urgencias, me han expulsado y encima me han amenazado. Que a mí me la suda mucho. Pero que a mi hermano con la cara llena de sangre de una brecha, cuando intentamos ir al hospital, le amenacen de muerte dos pedazo de retrasados mentales que no son capaces de articular ni media frase, me toca mucho las pelotas (va a venir su hermano y su primo y te van a matar, han dicho los más machos de los rivales). Porque cuando he visto que mi hermano sangraba me he recorrido medio campo para dar de ostias al que fuese y mis 100kg morenos se han abalanzado sobre el tontoloscojones a plena marcha que si no me llega otro a pegarme por la espalda (eso es valentía, sí señor), lo mato ahí mismo y sin ningún remordimiento.
Que sí, que soy un puto cafre. Que quién nos manda liarnos a ostias cuando es sólo fútbol de barrio. Pero que te estén calentando la boca literalmente todo el partido y encima te llamen hijo de puta en la cara del árbitro y no pase nada... Pues eso, quema un poco. Y encima luego que si es menor, que si van a denunciar a mi hermano... Manda huevos. Por eso digo y grito al cielo Cuánto hijo de puta hay suelto. Mierda de mundo. Me remito al gran Ford Fairlane y su mítico "Tanto gilipollas y tan pocas balas..." Ahí dejo un vídeo testimonio de esa filosofía. Y el villancico de Carrusel Deportivo. No todo van a ser llantos...